El permiso individual de formación (PIF), una herramienta para retener el talento
El permiso individual de formación, o PIF por sus siglas, surge de la iniciativa propia del trabajador por formarse y constituyen un paso importante en la apuesta de las empresas por retener el talento y fomentar que sus empleados mejoren su perfil profesional
El debate sobre si es rentable para una compañía formar a un empleado y que esté más motivado y por tanto sea más productivo, tiene en el PIF una solución de win-win para ambas partes, porque la empresa puede bonificarse a través de Fundae por el coste de las horas que esté ausente el trabajador.
Qué es el permiso individual de formación (PIF)
El Permiso Individual de Formación permite a los trabajadores, siempre con la autorización de la empresa, emplear una parte de la jornada laboral en llevar a cabo cualquier tipo de formación que tenga acreditación oficial. O bien acceder a los procesos de evaluación y reconocimiento de la experiencia laboral y de otros aprendizajes contemplados en el Real Decreto 1224/2009 del 17 de julio.
Este permiso supone un impulso importante para la conciliación de trabajo y estudios de los trabajadores, para quienes de otra forma sería difícil que pudiesen tener tiempo para seguir formándose y crecer profesionalmente.
Uno de los requisitos de los PIF es que la formación solicitada debe realizarse en modo presencial o contar con clases prácticas o tutoriales presenciales. Esta formación se puede realizar tanto en centros públicos como privados y debe realizarse en horario laboral.
La empresa que autoriza un permiso individual de formación puede bonificarse el coste salarial de las horas en las que el trabajador está ausente (con un máximo de 200 horas laborales por año natural o curso lectivo).
Cómo solicitar un PIF: requisitos y documentación
La condición sine qua non para solicitar un permiso individual de formación es, entre otras, ser un trabajador asalariado de una empresa o entidad pública y cotizar a la Seguridad Social en concepto de formación profesional.
No se concederá un PIF para aquella formación que sea de carácter obligatorio para el empresario, tales como cursos de prevención de riesgos laborales, renovaciones de CAP, reciclaje en seguridad privada, equipos de trabajo, etc.
Una vez cumplidos estos requisitos, el trabajador tiene que rellenar el impreso de solicitud en el que deberán figurar datos como la acción formativa que se va a realizar, las horas laborables que desea solicitar, el centro de formación donde se va a impartir, el calendario y su distribución.
La empresa, una vez recibida la solicitud, tendrá potestad para autorizar o denegar el permiso, siempre y cuando esté fundamentada en razones organizativas o de producción, comunicando siempre la decisión al trabajador.
La documentación necesaria para solicitar un permiso individual de formación:
- Solicitud a la empresa del Permiso Individual de Formación.
- Matrícula oficial o inscripción en otras acreditaciones oficiales que se realicen.
- En el supuesto de un Título Universitario propio, resolución por Junta de Gobierno o Consejo Social de la Universidad donde ha sido aprobado.
- Información sobre el horario de las clases.
Para qué tipo de estudios se puede solicitar un PIF
Se podrá solicitar un permiso individual de formación para los siguientes tipos de estudios (siempre y cuando esta no sea una formación obligatoria para el empleado, como ya hemos dicho):
- Formación oficial con un título expedido por la administración pública.
- Títulos Universitarios propios reconocidos por la Junta de Gobierno del centro.
- Otras acreditaciones profesionales expedidas por la Administración Pública.
- Certificados de profesionalidad.
¿Cuál es el perfil de los empleados que solicitan un PIF?
Según los datos de Fundae, el perfil medio de los empleados que han conseguido permisos de sus empresas para formarse a través de un PIF durante 2022 fue el siguiente:
- Trabajadores de entre 36 y 45 años.
- Nivel de estudios terciarios
- Directivos y trabajadores cualificados
- La mayoría de ellos están trabajando en grandes empresas
Si nos fijamos en el género de los PIF’s concedidos, la tarta está muy bien repartida: un 53% son mujeres con una media de 68 horas de permiso cada una y un 47% son hombres, con una media de horas de permiso similar (76 horas).
Aumento de más de un 16%
- Durante el año 2022 se concedieron 5.036 PIF, con una duración media de 72 horas. Esto supone un incremento de concesiones de un 16,3% con respecto al año anterior.
- Del crédito formativo dispuesto por las empresas casi 12 millones de euros han estado dirigidos a financiar los Permisos Individuales de Formación.
- La mayor parte de estos permisos (44%) fueron concedidos por empresas grandes, con 1.000 empleados o más, si bien el resto está distribuido entre empresas de diversos tamaños, incluyendo a las microempresas de 1 a 5 trabajadores, que concedieron 205 PIF.
- En cuanto a la finalidad de los PIF aprobados, la gran mayoría (77%) tuvieron como objeto la realización de estudios universitarios.
o De estos estudios, el 41% se realizaron en centros públicos.
o El 59% tuvieron lugar en centros privados.
La mayor parte, en el sector servicios
En lo que respecta a los sectores de actividad en los que se llevaron a cabo los PIF concedidos, siempre según los datos de Fundae:
- La mayor parte de los Permisos Individuales de Formación, 3.421, se realizaron en sector servicios; 824, en el sector de la industria; 514, se llevaron a cabo en el sector del comercio y los 481 PIF restantes se repartieron entre los sectores de la construcción, agricultura y hostelería, siendo este último sector en el que menos PIF se realizaron.
- Los grupos más amplios de beneficiarios de estos servicios por géneros fueron hombres de 36 a 45 años (920 PIF) y mujeres de 26 a 35 años (882 PIF).
Decía Nelson Mandela que la formación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo. Hoy, gracias a los Permisos Individuales de Formación, muchos trabajadores pueden dar un impulso a su carrera profesional y conciliar trabajo y estudios sin que ello suponga un quebranto económico para la empresa.