La importancia de formar en habilidades blandas o “soft skills”
La imparable digitalización y automatización de las tareas son las responsables de que las llamadas habilidades blandas o “soft skills” sean cada vez más importantes en nuestro entorno personal y laboral. Por eso, muchas empresas son conscientes de la necesidad de formar a sus equipos en habilidades blandas.
Qué son las habilidades blandas o “soft skills”
Son habilidades que, a diferencia de las habilidades duras o “hard skills”, no lucen bien en un CV, ni hay un certificado que las acredite, pero que cada vez son más importantes en el buen desempeño de un trabajo. Tampoco son cuantificables, como lo puede ser un master en gestión de empresa o un curso de albañilería, pero ahí están, hoy más visibles que nunca para los departamentos de RRHH.
Por mucho que una gran parte de los procesos productivos se estén automatizando, ninguna máquina podrá imitar cualidades como la empatía, la creatividad o el liderazgo.
Las habilidades blandas nos impulsan y gratifican personal y profesionalmente
Las habilidades blandas, en tanto que no dependen de nuestro conocimiento, sino más de nuestra actitud, nuestra mentalidad y nuestra experiencia vital, son vitales para progresar personal y profesionalmente.
Nos permiten comunicarnos e interactuar con otras personas de una forma clara, precisa y efectiva y están centradas, principalmente, en el entorno laboral, si bien también tienen un fuerte impacto en nuestra vida diaria.
Este tipo de habilidades no son fruto del azar, sino más bien el resultado de la combinación de varios factores como:
- Habilidades sociales
- Habilidades de comunicación
- Habilidades de comportamientos
- Habilidades interpersonales
¿Cuáles son las principales habilidades blandas o “soft skills”?
Los conocimientos duros (hard skills) nos permiten buscar soluciones a problemas técnicos, pero hay determinadas situaciones delicadas en una empresas que no solo se pueden resolver de manera técnica, sino más bien de forma adaptativa y emocional, como las que se adquieren aprendiendo y mejorando las “soft skills”.
Las soft skills son muchas, algunas de ellas transversales, pero si hubiera que elaborar una lista de las más importantes, estas no podrían faltar:
- Trabajo en equipo.
- Liderazgo
- Comunicación asertiva.
- Servicio al cliente.
- Capacidad analítica y de resolución de problemas.
- Atención al detalle.
- Deseos de aprender y estar a la vanguardia.
- Adaptabilidad, saber priorizar y manejo de tareas múltiples.
- Resilencia
- Buena gestión del tiempo.
¿Se pueden aprender las habilidades blandas?
Pese a que algunas de estas habilidades son en cierto modo innatas, todas ellas se pueden aprender y potenciar de forma que nuestro perfil profesional sea más completo, más competitivo y capaz de enfrentarse a una variedad de situaciones de forma exitosa.
Conscientes de esta carencia, cada vez más empresas se interesan y preocupan en capacitar y formar a su personal en las herramientas que les permitan optimizar productividad y rentabilidad.
En un mercado altamente competitivo en el que hay una gran rotación de personal, habilidades como trabajar bien en equipo, poseer un buen nivel de comunicación, tener capacidad para adaptarse a los diferentes escenarios, o una actitud positiva en la oficina, son cualidades cada vez más valoradas por los jefes.
Los trabajadores, conscientes de que los méritos académicos “per se” no bastan para conseguir el puesto de trabajo deseado, se apuntan a cursos de liderazgo, negociación, o comunicación interpersonal, entre otros.
Uno de los cursos más demandados en este ámbito es del de la administración del tiempo, donde se enseña a los alumnos a distinguir lo importante de lo urgente, a tener una visión clara de los objetivos y a gestionar de forma eficaz la carga de trabajo.
Todo ello redundará en una labor más productiva y eficaz por parte del trabajador.
Se acabó aquello de poner en el C.V. sólo nuestros méritos académicos, grados, masters, etc. Ahora hay que añadir aquellas habilidades blandas que nos van a diferenciar en el día a día de otro candidato que no las ha cultivado.