Gafas con ordenador de fondo, analista de datos como no de los empleos emergentes

La patronal Digital ES ha publicado un estudio sobre las profesiones tecnológicas más demandadas y su evolución. Una de sus conclusiones es que los cursos que han consumido más horas de formación bonificada durante 2023 no están relacionados con la tecnología ni con los sectores y empleos emergentes.

Hoy en día las empresas tienen un trampolín de gran valor para formar a sus plantillas mediante la formación bonificada, lo que les proporciona la oportunidad de que sus trabajadores sean más competitivos en aquellas áreas más vinculadas a su trabajo real.

Y todas las áreas de las empresas están experimentando una transformación sin precedentes por el impulso de la digitalización y las nuevas tecnología. Por ello, la formación en áreas como la inteligencia artificial y la ciberseguridad va a ganar peso en los próximos años.

El impacto de los avances tecnológicos pide perfiles profesionales polivalentes y transversales, capaces de adaptarse a los desafíos de los nuevos y futuros puestos de trabajo.

El mercado necesita profesionales formados en las nuevas disciplinas y empleos emergentes

Las empresas españolas disponen de una “hucha” de más de 1.000 millones de Euros de crédito para formar a sus trabajadores. Sin embargo, según los datos de FUNDAE, durante el año 2023 las empresas solo consumieron algo más de la mitad de estos fondos.

Según el estudio de la Fundación sobre las áreas que consumieron más horas de aprendizaje, los cursos con mayor volumen de formación en 2023 no estaban relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación, que son, como hemos visto, disciplinas cuyo conocimiento demandarán muchos de los empleos emergentes.

Pese al compromiso adquirido por la Agencia Digital 2025, que acordó formar a 20.000 profesionales en IA, ciberseguridad y análisis de datos, parece que este impulso aún no ha dado muchos frutos: los cursos con mayor número de horas de formación bonificada impartidas se dedicaron a prevención de riesgos laborales, administración e idiomas.

Hay que bajar hasta el cuarto puesto del ranking que publica FUNDAE sobre las áreas profesionales con más horas de aprendizaje durante 2023 para encontrarse con alguna formación relacionada con las TIC: 4 millones de horas en este tipo de cursos, frente a los más de 30 millones de horas que suman los tres citados anteriormente.

IA, ciberseguridad y medioambiente, empleos con gran demanda

De acuerdo con el estudio de DigitalES hay un dato muy revelador: los empleos emergentes relacionados con la inteligencia artificial (IA) han experimentado un crecimiento del 454 % de media en los últimos cinco años. Otros puestos cuya demanda ha crecido muy por encima de la media son los relacionados con la ciberseguridad.

En otro plano, y siguiendo con el estudio, hay otros dos sectores en los que la demanda de profesionales especializados ha crecido de forma notable: los empleos relacionados con temas medioambientales y de sostenibilidad, así como aquellos relacionados con el creciente envejecimiento de la población: cuidado de los mayores, fisioterapeutas, etc.

Objetivo para 2030: mejorar la formación en competencias digitales

Si tomamos con referencia el Informe sobre la Década Digital 2024 en España realizado por la Comisión Europea, la población ocupada en España está en máximos históricos (más de 21 millones). De estos trabajadores, solo un 4,4% están especializados en disciplinas relacionadas con empleos emergentes como las tecnologías de la información, porcentaje que se sitúa por debajo de la media de la UE (4,8%).

El programa de la UE pretende capacitar a las empresas y a las personas para un futuro digital más sostenible, próspero y centrado en el ser humano dentro de una Europa más competitiva y resiliente. El objetivo para 2030 en España es llegar a los 1,75 millones de trabajadores especialistas en TIC, lo que supondría un 8,6% del empleo total.

Ante este escenario, empresas y trabajadores deben poner el foco en la capacitación en competencias digitales. Y la formación bonificada es una excelente herramienta para optimizar este aprendizaje. El crédito formativo debe aprovecharse al máximo y todavía queda tiempo para ello.

En los próximos años vamos a ver un gran crecimiento en profesionales familiarizados con el uso de Chat GPT a nivel corporativo y herramientas colaborativas con Business Intelligence.

En consecuencia con esta tendencia, una gran parte de la formación bonificada se centrará en estas áreas. No cabe duda de que en muchos puestos de trabajo la formación en prevención o en idiomas es casi una asignatura obligada, pero el aprendizaje se debe adaptar a cada una de las modalidades de trabajo que actualmente coexisten.

Así pues, quedan más de dos meses para acabar este ejercicio y todavía hay tiempo para optimizar el uso del crédito formativo del que dispone cada organización.

Los empleos emergentes van a revolucionar el ámbito formativo: hace un par de años quienes trabajaban con inteligencia artificial tenían una ventaja competitiva; muy pronto será al contrario: quien no este familiarizado con estas herramientas estará en desventaja.