La formación como palanca para retener el talento
Una de las labores más críticas del departamento de RRHH de una empresa es la captación y retención del talento, procurando “fichar” para sus empresas a aquellos profesionales que van a incrementar la productividad y eficacia de la misma.
Pero es sabido que “lo difícil no es llegar, sino mantenerse”. Este aforismo bien se puede aplicar al gran reto al que se enfrentan hoy todas las empresas y más concretamente los departamentos de RRHH: no solo hay que ser capaces de captar talento, sino de retenerlo.
Vivimos un momento de cambio en el que es necesario impulsar una nueva manera de trabajar centrada en las personas, más flexible y creativa, que debe adaptarse a una nueva realidad marcada por la incertidumbre y la transformación continua.
Los departamentos de Recursos Humanos (RRHH) deben ser capaces de crear una cultura empresarial atractiva, así como un lugar de trabajo que respalde las necesidades y expectativas de sus empleados. Y entre estas necesidades la formación juega un papel trascendental.
El employer branding, herramienta clave para retener el talento en una empresa
La retención del talento minimiza la rotación laboral y ayuda a mejorar la estabilidad y la continuidad de la organización, dos aspectos fundamentales para la competitividad de una empresa.
Según el informe Talent Trends 2020, elaborado por la empresa de servicios de recursos humanos Randstad, las empresas que apuesten por el talento y la digitalización serán las que mejor se desenvolverán en este escenario post pandemia.
Los responsables de RRHH son cada vez más conscientes de que vivimos en un mundo de avances tecnológicos y cambio continuo en el que el darwinismo es una de las claves para seguir siendo una empresa competitiva.
Además de los incentivos económicos, de gran importancia para retener el talento hoy, hay que tener en cuenta también las políticas de conciliación, un clima laboral favorable y una comunicación fluida entre todos los miembros del equipo, así como retribuciones no económicas que forman parte del llamado salario emocional.
El employer branding, o propuesta de valor para retener a los empleados se convierte en una herramienta fundamental para retener el talento. Se trata de las políticas y herramientas que usa la empresa para ser más atractiva ante sus empleados. Y en este escenario la formación es uno de los factores que pueden inclinar la balanza a favor de la compañía.
Reskilling y upskilling, como palancas para retener el talento
Según la encuesta anual del INE sobre coste laboral, la partida de gastos en formación de los trabajadores supone tan sólo un 0,18% del coste bruto medio de un trabajador, algo que ha demostrado ser insuficiente para retener el talento.
Una de las claves para retener el talento evitar que los trabajadores se vayan es la formación interna. Los empleados necesitan aprender y actualizar sus conocimientos al ritmo que el mercado lo exige, tanto para que la empresa siga siendo competitiva como para satisfacer sus expectativas personales y realizarse profesionalmente.
Para fomentar y desarrollar el talento interno existen dos estrategias clave:
- Reskilling o reciclaje profesional, que tiene como objetivo formar al empleado en nuevas habilidades y tecnologías para que se pueda adaptar a un nuevo puesto de trabajo. Un ejemplo de este proceso son las competencias digitales, cada vez más demandadas.
- Upskilling o capacitación profesional. Consiste, en esencia, en enseñar nuevas competencias a los trabajadores para optimizar el desempeño que están realizando actualmente y para abrirles la posibilidad de desarrollar nuevas competencias.
Para llevar a cabo estas dos estrategias es fundamental desarrollar programas de formación, así como favorecer el autoaprendizaje y la mentoría (mentoring), es decir, la transferencia de conocimientos de profesionales con mayor experiencia.
El salario emocional es otra de las claves para que los trabajadores se sientan parte de la empresa y no se vayan. Es un valor intangible imprescindible para generar colaboradores comprometidos, leales y productivos. Apostar por políticas que incrementen la mejora del salario emocional implica una transformación cultural dentro de la organización que esté en sintonía con las necesidades de las personas que la forman.
Los datos lo respaldan: el salario emocional incrementa un 33% la productividad personal, reduce un 66% los días perdidos por ineficiencia y un 51% el absentismo laboral. ¿Y cuáles son los factores que forman parte del mismo? Flexibilidad laboral, conciliación, bienestar y clima laboral, diversidad e inclusión y planes de formación y promoción.
El salario económico puede servir para atraer el talento a tu empresa, pero el salario emocional hará que el equipo humano multiplique su rendimiento. Y dentro de esta retribución intangible la formación es actualmente el valor más efectivo para retener el talento.